Las energías Yin y Yang del universo que nos rodea nos influyen y determinan la
condición Yin y Yang de nuestro organismo.
El cosmos y en particular el sol con su calor nos aportan energía Yang mientras
que la tierra, fría, nos aporta energía Yin.
En el ser humano el Yang se absorbe
principalmente a través de la parte más alta de la cabeza mientras que el
Yin se absorbe a través de los pies.
Es curioso que a la cabeza, que es la parte del cuerpo más expuesta al sol, no
llegue ningún meridiano Yin de acupuntura y que al igual que la espalda sólo esté compuesta
por meridianos yang.